La familia anfitriona debe ofrecer amor, confianza y seguridad al participante. Así mismo, considerarlo como un hijo más integrándolo a la dinámica familiar. En términos materiales, se solicita brindarle hospedaje y alimentación durante el tiempo de permanencia en el país y el costo económico de la experiencia dependerá del mismo nivel de gastos usual de la familiar.
Los estudiantes de AFS traen su propio dinero para actividades sociales y colegiales, uniformes, ropa, etc. Los voluntarios y el personal de AFS se encargan de la inscripción y mensualidad de los centros educativos donde son acogidos los estudiantes.
Como familia anfitriona, no tendrá que proporcionar un dinero mensual. La familia no tiene que preocuparse por gastos médicos, pues los estudiantes están cubiertos por un séguro médico internacional que los cubre en caso de enfermedad o accidente.